Viajar a Perú, especialmente a lugares emblemáticos como Machu Picchu y Cusco, implica enfrentar cambios de altitud significativos. La ciudad de Cusco se encuentra a unos 3,400 metros sobre el nivel del mar, mientras que Machu Picchu está a aproximadamente 2,430 metros. Por ello, es esencial empacar de manera adecuada para adaptarse a estas variaciones en la altitud.
Una de las primeras cosas a considerar al empacar es la vestimenta. Lleva ropa en capas, ya que las temperaturas pueden variar drásticamente a lo largo del día. Incluye camisetas de manga larga, chaquetas ligeras y un abrigo más abrigado para la noche. No olvides un sombrero o gorra para protegerte del sol, ya que la radiación UV es más intensa a gran altitud.
Además de la ropa, es fundamental incluir productos para la salud. Lleva contigo pastillas para el mal de altura y asegúrate de estar bien hidratado. Beber suficiente agua es vital para prevenir el mal de altura, así que un botellín reutilizable puede ser muy útil.
El calzado es otro aspecto importante; opta por botas de senderismo que sean cómodas y que te brinden buen soporte. Asegúrate de que estén bien ajustadas, ya que estarás caminando mucho, especialmente en Machu Picchu.
No olvides llevar una cámara o tu smartphone para capturar los impresionantes paisajes, así como un cargador portátil para mantener tus dispositivos cargados durante el viaje.
Si eres propenso a los cambios bruscos de temperatura, considera empacar una bufanda o un pañuelo. Esto te ayudará a mantenerte caliente y también puede ser útil para protegerte del polvo en las áreas rurales.
Por último, recuerda que en Perú, el respeto por la cultura local es fundamental. Si decides comprar productos artesanales, elige aquellos que son auténticos y de origen local. Al empacar, ten en mente que un viaje responsable y consciente es parte de la experiencia de viajar a este hermoso país.
