En Perú, dejar propina en los restaurantes no es obligatorio, pero es una práctica común y apreciada. La propina generalmente oscila entre el 10% y el 15% del total de la cuenta, aunque algunos lugares ya incluyen un cargo por servicio en la cuenta.
En Machu Picchu y en la ciudad de Cusco, donde el turismo es una parte vital de la economía, es habitual que los visitantes dejen propina a los camareros y personal de servicio. Esto no solo muestra agradecimiento por un buen servicio, sino que también contribuye al ingreso de quienes trabajan en el sector de la hospitalidad.
Si decides no dejar propina, ten en cuenta que el personal podría considerarlo un gesto poco amable, especialmente si el servicio fue excepcional. Es recomendable llevar efectivo en pequeñas denominaciones, ya que en algunos restaurantes no aceptan tarjetas de crédito para el pago de propinas.
En el caso de los guías turísticos en Machu Picchu, también es habitual dejar una propina al final del tour. La cantidad puede variar, pero muchos turistas optan por dejar entre 10 y 20 soles por persona, dependiendo de la calidad del servicio recibido.
Además, si comes en un restaurante que tiene un menú turístico, verifica si la propina está incluida. Si no está claro, no dudes en preguntar al personal.
En conclusión, aunque no es obligatorio dejar propina en Perú, es un gesto que se valora y que puede enriquecer tu experiencia como viajero.
Recuerda que la propina es una manera de reconocer el esfuerzo de quienes te brindan un buen servicio, así que si disfrutas de tu comida o de un tour, ¡no dudes en dejar un poco extra!
