Cuando viajas a Perú, especialmente a lugares altos como Machu Picchu y Cusco, es común experimentar síntomas de enfermedad por altitud. Estos síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, mareos y fatiga. Si comienzas a sentirte mal, lo primero que debes hacer es descansar. Busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte o acostarte.
Es importante hidratarte adecuadamente, así que bebe mucha agua. A menudo, los síntomas se agravan por la deshidratación. Si es posible, consume té de coca, una bebida tradicional que ayuda a aliviar los síntomas del mal de altura.
Si tus síntomas no mejoran después de descansar e hidratarte, considera bajar a una altitud más baja. Regresar a Cusco o a Ollantaytambo puede ser una opción viable. También puedes buscar asistencia médica en centros de salud locales donde el personal está entrenado para tratar el mal de altura.
Es recomendable que antes de tu viaje, te aclimates a la altitud. Pasar un par de días en Cusco antes de visitar Machu Picchu puede ayudar a tu cuerpo a adaptarse. Además, evita realizar actividades físicas intensas durante los primeros días de tu llegada.
Recuerda que la prevención es clave. Evita el consumo de alcohol y comidas pesadas, ya que pueden agravar los síntomas. Escucha a tu cuerpo; si te sientes mal, no te fuerces a seguir explorando.
Por último, ten en cuenta que cada persona reacciona de manera diferente a la altitud. Lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Así que, si experimentas síntomas graves como dificultad para respirar, busca ayuda médica de inmediato.