La temporada seca y la temporada lluviosa son dos períodos climáticos que marcan la experiencia de viajar a Perú, especialmente a lugares emblemáticos como Machu Picchu.
La temporada seca, que va de mayo a octubre, es la más recomendada para visitar la región. Durante estos meses, las temperaturas son más frescas y hay menos probabilidades de lluvia, lo que permite disfrutar de las impresionantes vistas de Machu Picchu con un cielo despejado.
Por otro lado, la temporada lluviosa, que abarca de noviembre a abril, trae consigo un clima más cálido pero con lluvias frecuentes. Este período puede ser menos concurrido, lo que significa que los visitantes pueden disfrutar de una experiencia más tranquila en la ciudadela inca.
Es importante tener en cuenta que, aunque las lluvias pueden ser intensas, a menudo se presentan en forma de chaparrones cortos, lo que permite que los días sean mayormente despejados. Sin embargo, es recomendable llevar un impermeable y buenas botas de senderismo si decides visitar durante esta época.
Desde el punto de vista cultural, la temporada de lluvias también representa un tiempo de renovación para la agricultura local, y muchos pueblos en el Valle Sagrado celebran festividades relacionadas con la cosecha.
Si optas por viajar en temporada seca, no olvides reservar tus entradas a Machu Picchu y alojamientos con anticipación, ya que son muy demandados. Además, la temperatura puede bajar drásticamente por la noche, así que es aconsejable empacar ropa adecuada.
Finalmente, independientemente de la temporada, siempre es una buena idea llevar contigo una botella de agua y algunos snacks, especialmente si planeas hacer senderismo en la zona. ¡Cada época tiene su encanto!
