Explorar Perú y sus maravillas puede ser una experiencia inolvidable, incluso para quienes utilizan sillas de ruedas. Machu Picchu, una de las principales atracciones turísticas del país, ha hecho esfuerzos significativos para ser más accesible. Aunque la mayor parte del sitio arqueológico tiene terrenos irregulares, hay opciones para aquellos que buscan disfrutar de esta maravilla del mundo antiguo.
Una de las mejores maneras de visitar Machu Picchu es a través de un tour accesible que incluya transporte adaptado y guías capacitados. Estos tours suelen ofrecer vehículos equipados y asistencia para facilitar el acceso al sitio. También es recomendable reservar con anticipación, ya que la disponibilidad puede ser limitada.
En el camino hacia Machu Picchu, el tren que se toma desde Cusco o el Valle Sagrado ofrece vagones accesibles, lo que permite disfrutar del hermoso paisaje andino sin contratiempos. La duración del viaje puede variar, pero generalmente se tarda unas 3 a 4 horas.
Al llegar a la entrada de Machu Picchu, hay un camino pavimentado que facilita el acceso a ciertas áreas del complejo. Aunque algunas secciones pueden ser desafiantes, los guías están capacitados para ayudar y ofrecer alternativas. Asegúrate de comunicar tus necesidades específicas al momento de reservar el tour.
Además de Machu Picchu, el Valle Sagrado también ofrece opciones accesibles. Muchas agencias de turismo en Cusco están comenzando a ofrecer itinerarios que incluyen visitas a sitios como Ollantaytambo y Pisac, con acceso adaptado. Este valle es rico en cultura y paisajes impresionantes, lo que lo convierte en una parada esencial.
Otro aspecto importante a considerar es la aclimatación a la altitud. Cusco se encuentra a más de 3,400 metros sobre el nivel del mar, por lo que es recomendable llegar unos días antes para adaptarse. Hidratarse bien y evitar el alcohol también son consejos útiles para disfrutar al máximo.
Finalmente, no olvides llevar contigo un cargador portátil y otros accesorios que faciliten la movilidad. La amabilidad de los peruanos es notable, y muchos están dispuestos a ayudar en lo que sea necesario. Con un poco de planificación, tu aventura en Perú puede ser tan emocionante como enriquecedora.
