La larga costa del Pacífico del Perú lo convierte en un paraíso del surf durante todo el año. Las mejores marejadas se dan de abril a octubre, cuando las tormentas invernales aportan olas consistentes y el clima es agradable. Los veranos (diciembre–abril) traen aire y agua más cálidos pero olas más suaves, perfectas para principiantes.

Mejores spots de surf

  • Cabo Blanco (Piura): Una legendaria rompiente de izquierdas, alguna vez surfeada por Jack Kerouac. Las olas son potentes y funcionan mejor de mayo a septiembre.
  • Makaha (Miraflores): El spot urbano de Lima donde los locales surfean todo el año. Las olas son suaves, ideal para clases.
  • Chicama (Puerto Malabrigo): Alberga la izquierda más larga del mundo, con recorridos de más de 2 minutos en marejadas grandes.
  • Pacasmayo, Punta Rocas y Cerro Azul: Otras rompientes famosas a lo largo de las costas norte y central.

Equipo y costos

El alquiler de tablas cuesta unos 30 soles (≈US$10), mientras que un traje de neopreno más tabla ronda los 20 soles. Las tablas de alta calidad cuestan alrededor de US$250 y los trajes de neopreno unos US$150, por lo que alquilar resulta rentable. Hay escuelas de surf en Miraflores, Punta Hermosa y Máncora.

Consejos de seguridad para el surf

Surf siempre con un compañero, evita picos concurridos en bajamar, usa escarpines para proteger los pies de rocas y erizos, y arrastra los pies al vadear para evitar picaduras de rayas. El protector solar y el óxido de zinc son esenciales contra el fuerte UV.

Estaciones y condiciones

Las temperaturas del agua oscilan entre 16–21 °C (61–70 °F), por lo que se recomienda un traje 3/2 mm fuera del verano. Las sesiones al amanecer ofrecen condiciones limpias y menos gente. Durante las marejadas máximas en invierno, los surfistas experimentados deberían llevar trajes más gruesos y correas.

Cultura y respeto

La cultura del surf en Perú es amable, pero la etiqueta local importa. Espera tu turno en el pico, evita meterte en la ola de otros y apoya las limpiezas de playa. Después de la sesión, prueba ceviche o anticuchos en restaurantes costeros. Al respetar a los surfistas locales y al océano, los visitantes ayudan a preservar el entorno para futuras olas.