Chachapoyas es una joya escondida en el norte de Perú, conocida por su impresionante belleza natural y su rica herencia cultural. Esta ciudad, rodeada de montañas y selva, es el punto de partida para explorar diversas maravillas arqueológicas, como las ruinas de Kuelap, una fortaleza preincaica que data del siglo VI. La arquitectura de Kuelap está construida con enormes piedras y ofrece vistas espectaculares del valle circundante.
Chachapoyas es famosa por sus cascadas, siendo la más conocida la cascada de Gocta, una de las más altas del mundo, con una caída de 771 metros. La caminata hasta la cascada es una experiencia inolvidable, rodeada de flora y fauna únicas. Además, el clima en Chachapoyas es templado, lo que lo hace ideal para el turismo durante todo el año.
Los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía local, que incluye platos como el ceviche de trucha y el pachamanca, una deliciosa mezcla de carnes y vegetales cocidos en un horno de tierra. La calidez de la gente local y sus tradiciones también son un atractivo importante. Puedes participar en festivales locales, donde se celebran danzas y música tradicional.
Para llegar a Chachapoyas, la manera más común es volar a Jaén y luego tomar un autobús o un taxi. El trayecto ofrece vistas espectaculares de la región. Es recomendable planificar tu alojamiento con anticipación, especialmente durante la temporada alta de turismo, que va de mayo a octubre.
Chachapoyas también ofrece diversas actividades de aventura, como el senderismo y el ciclismo. Asegúrate de llevar ropa cómoda y calzado adecuado. Además, no olvides hidratarte y protegerte del sol. Si bien no está directamente relacionado con Machu Picchu, Chachapoyas es un excelente destino para aquellos que buscan explorar más allá de los circuitos turísticos tradicionales, permitiendo una inmersión profunda en la cultura peruana.
