La selva del Perú es un vasto y rico ecosistema que abarca más de la mitad del país, ofreciendo una biodiversidad impresionante y paisajes que quitan el aliento. Desde los exuberantes bosques tropicales de la Amazonía hasta las montañas de los Andes, la selva es un destino que complementa perfectamente la visita a Machu Picchu.
Una de las formas más populares de explorar la selva es a través de excursiones guiadas que ofrecen experiencias únicas, como avistamiento de aves, caminatas por la selva y visitas a comunidades indígenas. La ciudad de Puerto Maldonado es uno de los principales puntos de acceso, desde donde se pueden organizar diversas actividades.
Es importante recordar que el clima en la selva es cálido y húmedo, por lo que es recomendable llevar ropa ligera y transpirable, así como repelente de insectos. Además, asegúrate de hidratarte constantemente y proteger tu piel del sol.
La selva también es hogar de muchas especies de flora y fauna, incluyendo monos, perezosos, y una increíble variedad de aves tropicales. Los turistas pueden visitar reservas naturales como el Parque Nacional Manu o la Reserva Nacional Tambopata, donde la vida silvestre es abundante.
Antes de viajar, es recomendable informarse sobre las costumbres culturales de las comunidades locales y participar en actividades que respeten su forma de vida. Muchas comunidades ofrecen talleres de artesanía y gastronomía que permiten a los visitantes aprender sobre su cultura.
Para aquellos que planean combinar su visita a Machu Picchu con la selva, hay opciones de paquetes turísticos que incluyen tanto el sitio arqueológico como excursiones a la Amazonía. Esta combinación te permitirá experimentar lo mejor de la historia y la naturaleza peruana.
Finalmente, no olvides llevar una cámara para capturar los paisajes impresionantes y la vida silvestre única que encontrarás en la selva del Perú. Cada rincón tiene una historia que contar y cada experiencia te conectará más con la riqueza de este país.
