El transporte en Perú es una parte esencial de la experiencia de viaje, especialmente cuando se trata de visitar sitios emblemáticos como Machu Picchu. Desde el aeropuerto internacional Jorge Chávez en Lima, los turistas pueden tomar vuelos nacionales a Cusco, la puerta de entrada a la región andina y a la famosa ciudadela inca.
Una vez en Cusco, hay varias opciones de transporte para llegar a Machu Picchu. La forma más popular es tomar un tren desde Ollantaytambo o Cusco a Aguas Calientes, el pueblo más cercano a Machu Picchu. Las compañías de tren, como PeruRail y Inca Rail, ofrecen diferentes tipos de servicio, desde lujosos hasta más económicos.
Una vez en Aguas Calientes, los visitantes deben tomar un autobús que sube por una empinada carretera hasta la entrada de Machu Picchu. Estos autobuses son frecuentes, pero es recomendable comprar los boletos con anticipación, especialmente en temporada alta.
Para aquellos que buscan una aventura, también existe la opción de hacer una caminata por el Inca Trail, que requiere una planificación previa y permisos, ya que solo se permite un número limitado de trekkers cada día.
En Cusco y en el Valle Sagrado, los taxis y colectivos (minibuses) son una forma común de transporte. Asegúrate de negociar el precio antes de subir o usar taxis autorizados para evitar sorpresas. También es posible alquilar un coche, pero ten en cuenta que las carreteras pueden ser desafiantes y el tráfico, caótico.
Además, el transporte público, como los autobuses locales, puede ser una opción económica para moverse dentro de las ciudades, aunque puede ser menos cómodo y seguro. Si decides usar transporte público, es recomendable preguntar a los locales sobre las rutas y horarios.
Recuerda que el clima en la región andina puede variar, así que lleva ropa adecuada para el viaje. Finalmente, siempre mantén tus pertenencias seguras y sigue las recomendaciones de los guías locales para disfrutar de tu experiencia en Perú al máximo.
