Mientras la mayoría de los viajeros acude al más conocido Cañón del Colca cerca de Arequipa, quienes buscan soledad y aventura se dirigen al oeste hacia el Cotahuasi Canyon. El doble de profundo que el Gran Cañón y más agreste que Colca, Cotahuasi es una garganta de 100 kilómetros tallada por el Río Cotahuasi entre los volcanes Coropuna y Solimana. Esta región remota ofrece impresionantes cascadas, petroglifos antiguos, ruinas preincaicas y aldeas andinas tradicionales con campos en terrazas aferrados a las paredes escarpadas del cañón. Debido a que no cuenta con un sendero definido, explorar Cotahuasi requiere flexibilidad, curiosidad y disposición para improvisar.

Resumen y datos clave

Según guías de senderismo, las travesías por el Cañón de Cotahuasi suelen durar de 2 a 6 días y cubren hasta 97 km (60 mi) de terreno variado. Los puntos más altos alcanzan alrededor de 3.900 m (12.795 ft) cerca de sitios preincaicos como Maukallaqta y Calla, mientras que el fondo del río desciende hasta 1.700 m. La dificultad del trekking se considera fácil a moderada porque hay pocas subidas sostenidas, pero debes estar cómodo caminando largas distancias por senderos irregulares y afrontando cambios de altitud. El aislamiento del cañón y la limitada infraestructura hacen que los senderistas deban estar preparados para la autosuficiencia: no hay alojamientos ni campamentos abastecidos, y algunas comunidades pueden tener solo provisiones básicas.

  • Distancia: 40–97 km (25–60 mi), según las excursiones secundarias
  • Duración: 2–6 días, a menudo organizadas como una serie de caminatas de un día desde Cotahuasi
  • Altitud máxima: 3.900 m (12.795 ft) en las ruinas de Maukallaqta
  • Dificultad: Fácil a moderada; los senderos no son técnicos, pero la lejanía y el calor suponen desafíos
  • Mejor temporada: Temporada seca de mayo a noviembre para tiempo estable y senderos despejados

El principal atractivo de Cotahuasi no es una sola caminata continua sino una colección de senderos que irradian desde los pueblos del cañón. Muchos itinerarios tienen como base el pueblo de Cotahuasi e incluyen excursiones de un día a cascadas, petroglifos y aguas termales, regresando cada noche a una casa de huéspedes. Los excursionistas más aventureros eligen acampar y atravesar secciones más profundas del cañón, visitando asentamientos remotos accesibles solo por caminos de mulas.

Rutas e itinerarios

Día 1 – Cascada Sipia: Después de llegar al pueblo de Cotahuasi (ocho horas en autobús desde Arequipa), muchos senderistas comienzan con una caminata de aclimatación a la Cascada Sipia. Esta cascada de 150 metros es una de las más altas del Perú y cae con estruendo en una estrecha garganta donde a veces los cóndores planean sobre ella. La caminata de ida y vuelta de 3–4 horas sigue un camino de tierra con vistas expansivas de campos en terrazas y bosques de cactus.

Día 2 – Maukallaqta y aldea de Jainjama: El segundo día subes a la ciudadela preincaica de Maukallaqta, situada a 3,900 m. Que data de la cultura Wari (500–900 d.C.), sus muros de piedra y casas circulares ofrecen pistas sobre la antigua arquitectura andina. Desde Maukallaqta puedes continuar hasta Jainjama, una pequeña aldea conocida por sus tradiciones textiles y sus vistas sobre el cañón. Pasa la noche aquí o desciende al pueblo de Alca, donde las aguas termales alivian las piernas cansadas.

Día 3 – Toro Muerto y senderos preincaicos: El tercer día incluye la visita al sitio de petroglifos Toro Muerto, hogar de más de 3,000 rocas volcánicas grabadas con motivos geométricos, animales y figuras míticas. Los arqueólogos creen que estas tallas fueron creadas entre los años 500 y 1,000 d.C. Desde aquí puedes descender hasta el fondo del cañón y caminar junto al Río Cotahuasi, observando canales de riego antiguos que aún se usan hoy. Acampa cerca del río o alójate con una familia en la aldea de Puyca.

Día 4 – Judiopampa y Bosque de Cactus: Continúe río abajo hasta el bosque de cactus de Judiopampa, donde enormes cactus se elevan por encima de la cabeza. Este paisaje surrealista es hogar de colibríes y lagartijas que se alimentan del fruto del cactus. El sendero es relativamente llano pero está expuesto al sol—salga temprano y lleve abundante agua. Por la tarde suba a Huaynacotas, un pueblo encaramado en una cresta con vistas espectaculares a ambos lados del cañón.

Días 5–6 – Cotahuasi a Quechualla: El último tramo atraviesa la parte más profunda del cañón desde Cotahuasi hasta Quechualla, un oasis exuberante a 1,800 m repleto de mangos y guayabas. El sendero serpentea por pequeñas parcelas agrícolas y cruza el río por puentes colgantes. Muchos itinerarios incluyen una noche en Quechualla, donde las familias ofrecen alojamiento rústico y jugos de fruta recién preparados. Desde ahí puede regresar a Cotahuasi por un camino distinto o continuar río abajo si el tiempo lo permite.

Aspectos destacados y patrimonio cultural

El atractivo de Cotahuasi radica en su mezcla de maravillas naturales e historia cultural. Encontrará geología dramática, desde imponentes columnas de basalto y profundos cañones en ranura hasta paisajes volcánicos modelados por la erosión. Los microclimas del cañón sostienen un mosaico de vegetación: en las elevaciones altas se encuentran pastizales de ichu usados para el pastoreo de alpacas, mientras que a altitudes más bajas los agricultores cultivan maíz, frijoles y ajíes de Arequipa. Los observadores de aves pueden avistar cóndores andinos, águilas buitre de pecho negro y coloridas tángaras que revolotean entre los cactus.

La zona es rica en patrimonio arqueológico. Maukallaqta y Calla muestran la arquitectura Wari y pre-Wari con sus casas semicirculares y plataformas ceremoniales. Los petroglifos de Toro Muerto presentan llamas estilizadas, cazadores y figuras antropomorfas talladas en roca volcánica, ofreciendo una visión de la cosmología antigua. Las comunidades contemporáneas mantienen tradiciones ancestrales como el tejido con tintes naturales; visita las cooperativas de mujeres en Pampamarca y Jainjama para aprender sobre estos intrincados textiles y comprar recuerdos sostenibles.

Dificultad y preparación

Aunque Cotahuasi carece de los altos pasos de Huayhuash o Ausangate, el trekking aquí aún exige preparación. Las altitudes fluctúan entre 1,800 y 3,900 m, por lo que la aclimatación en Arequipa u otra ciudad andina es esencial. Los senderos suelen ser polvorientos y expuestos, con precipicios pronunciados y pocos árboles que den sombra. Muchos caminos siguen canales de riego antiguos que sólo tienen 50–60 cm de ancho: se requiere seguridad al caminar.

Calor e hidratación

Las temperaturas diurnas en el cañón pueden superar los 30 °C (86 °F), especialmente en el fondo del cañón. Comienza tus caminatas temprano, usa un sombrero de ala ancha y mangas largas ligeras, y lleva al menos dos litros de agua por persona. Los manantiales naturales son escasos: no confíes en poder rellenar tus botellas durante el recorrido.

Planea llevar tu propio equipo de campamento o contratar mulas a través de agencias locales. No hay campamentos oficiales, así que pide permiso a los habitantes del pueblo para montar tu tienda y aporta una pequeña cuota. Empaca un filtro de agua o tabletas purificadoras, snacks de alto contenido energético y protección solar. La cobertura de teléfono móvil es irregular; un dispositivo de mensajería satelital ofrece tranquilidad en caso de emergencias.

Mejor temporada y clima

El clima árido del cañón significa que se puede hacer senderismo durante todo el año, pero la temporada ideal es de mayo a noviembre, cuando los cielos están despejados y los niveles del río son manejables. De diciembre a marzo hay fuertes lluvias que pueden provocar deslizamientos de tierra y dejar los senderos embarrados y resbaladizos. Incluso en la estación seca las noches son frescas en las elevaciones más altas: lleve un saco de dormir cálido y varias capas. Las tormentas vespertinas aún pueden aparecer durante los meses de transición, así que lleve impermeable y una funda impermeable para la mochila.

Cómo llegar y logística

Para llegar a Cotahuasi, viaje primero a la ciudad de Arequipa. Desde allí, salen buses nocturnos hacia el pueblo de Chuquibamba y continúan hasta Cotahuasi (tiempo de viaje 10–12 horas). Las carreteras son accidentadas y a veces están bloqueadas por deslizamientos; programe días adicionales de viaje y lleve medicación para el mareo. Una vez en Cotahuasi, contrate un guía local a través de la oficina de turismo o las asociaciones comunitarias. Estos guías conocen las rutas más seguras, pueden organizar mulas y ofrecen información cultural.

Respete a las comunidades locales

Las comunidades de Cotahuasi dependen de la agricultura y el tejido. Pida permiso antes de fotografiar a las personas o de entrar en los campos. Compre productos locales directamente a los artesanos y respete las tierras comunales manteniéndose en los senderos marcados. Su dinero del turismo ayuda a sostener a estas pequeñas comunidades e incentiva la preservación del patrimonio cultural y natural.

Consejos de planificación

Regula tu ritmo: Los itinerarios que incluyen múltiples lugares destacados cada día pueden provocar fatiga. Prioriza experiencias de calidad en lugar de visitar todos los sitios.
Aprende español básico: Pocos locales hablan inglés; conocer frases sencillas mejorará tus interacciones y facilitará la logística.
Retira tus residuos: No hay servicios de recogida de residuos en el cañón. Lleva recipientes reutilizables y retira toda la basura contigo, incluidos los residuos orgánicos que pueden atraer animales.
Explora más allá del cañón: Si el tiempo lo permite, combina tu caminata con visitas a la meseta volcánica alrededor de Coropuna o al menos visitado Valle de los Volcanes, donde cientos de pequeños conos de escoria salpican el paisaje.

El Cañón de Cotahuasi recompensa a los aventureros con paisajes que quitan el aliento, senderos tranquilos y una ventana a civilizaciones preincaicas. Con una planificación cuidadosa, respeto por las costumbres locales y conciencia de los desafíos, volverás con recuerdos de una de las regiones de trekking más subestimadas de Perú.