Cuando los viajeros visitan Cusco, es fundamental tener en cuenta la aclimatación debido a su altitud, que supera los 3,400 metros sobre el nivel del mar. La altitud puede causar mal de altura, conocido como soroche, que se manifiesta con síntomas como dolor de cabeza, náuseas y fatiga. Para evitar estos malestares, es recomendable llegar a Cusco al menos dos días antes de emprender su excursión hacia Machu Picchu.
Una de las mejores formas de aclimatarse es descansar al llegar. Evite actividades físicas intensas durante las primeras 24 horas. En su lugar, explore la ciudad a un ritmo tranquilo. Hidratarse adecuadamente es crucial; beba mucha agua y considere probar el té de coca, que es tradicional en la región y puede ayudar a aliviar los síntomas del mal de altura.
Evite el consumo de alcohol y alimentos pesados en los primeros días. En su lugar, opte por comidas ligeras y nutritivas. También es útil tener a mano medicamentos como el ibuprofeno o el acetaminofén para el dolor de cabeza, y en algunos casos, se puede considerar el uso de acetazolamida, pero siempre consulte a un médico antes de tomarlo.
Además, considere realizar actividades que favorezcan la aclimatación, como pasear por la Plaza de Armas o visitar el Qorikancha. A medida que su cuerpo se adapta, podrá disfrutar plenamente de las maravillas de Machu Picchu y el Valle Sagrado.
Si experimenta síntomas severos, no dude en buscar atención médica. Recuerde que cada persona reacciona de manera diferente a la altitud, así que escuche a su cuerpo y ajuste sus actividades según sea necesario. Con un poco de cuidado y precaución, su visita a Cusco y Machu Picchu será una experiencia inolvidable.
