Cuando se trata de moverse de forma segura en Perú, especialmente hacia destinos icónicos como Machu Picchu, hay varias opciones de transporte que se pueden considerar. Los buses son una de las maneras más comunes de viajar entre ciudades, y ofrecen una opción económica y accesible. Es recomendable optar por compañías de transporte reconocidas, ya que garantizan un mayor nivel de seguridad y confort.
Una vez que llegues a Cusco, puedes utilizar taxis, pero asegúrate de utilizar servicios autorizados o aplicaciones móviles como Uber para evitar posibles inconvenientes. Las combis (furgonetas) son una opción popular para trayectos cortos, aunque pueden ser un poco caóticas y llenas de gente.
Para llegar a Machu Picchu, la forma más común es tomar el tren desde Cusco a Aguas Calientes. Varias compañías operan este servicio, y es recomendable reservar con antelación, especialmente durante la temporada alta. El tren ofrece impresionantes vistas del paisaje andino y es una experiencia en sí misma.
Una vez en Aguas Calientes, puedes tomar un autobús que sube a la entrada de Machu Picchu. Este trayecto es corto pero empinado, y los buses salen con frecuencia. Para los más aventureros, también existe la opción de caminar, aunque se recomienda estar en buena forma física.
Otro aspecto importante es considerar la seguridad. Siempre mantén tus pertenencias cerca y evita mostrar objetos de valor en público. Además, es aconsejable informarte sobre las condiciones climáticas y estar preparado para cambios rápidos en el clima, especialmente en áreas montañosas.
Aprovecha al máximo tu experiencia en Perú eligiendo el medio de transporte que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto, y siempre prioriza tu seguridad y comodidad durante el viaje.
