La altitud de Machu Picchu es un factor crucial que los viajeros deben considerar al planificar su visita a este emblemático sitio arqueológico. Ubicado a 2,430 metros sobre el nivel del mar, Machu Picchu se encuentra en la cordillera de los Andes, lo que puede representar un desafío para algunos turistas.
Al llegar a Cusco, que está a una altitud de 3,400 metros, muchos visitantes experimentan el famoso 'mal de altura'. Es recomendable aclimatarse en Cusco durante al menos 2 días antes de dirigirse a Machu Picchu. Hidratarse adecuadamente y evitar el alcohol son dos consejos que pueden ayudar a mitigar los efectos de la altitud.
Una vez en Machu Picchu, los turistas podrán disfrutar de impresionantes vistas y una rica cultura incaica. Es importante llevar ropa cómoda y adecuada para el clima variable, así como calzado adecuado para caminar por los senderos empedrados de la ciudadela.
A pesar de su altitud, Machu Picchu es accesible a través de un viaje en tren desde Cusco o caminando por el famoso Inca Trail. Los visitantes deben reservar sus boletos con antelación, ya que el número de visitantes está limitado para proteger el sitio.
La altitud también proporciona un ambiente único para la flora y fauna del lugar. Los turistas tendrán la oportunidad de observar diversas especies, incluyendo aves endémicas y plantas que solo crecen en esta región.
Para aquellos que deseen explorar más, el Huayna Picchu ofrece una vista panorámica espectacular, aunque la caminata es empinada y requiere un boleto adicional. Además, la mejor época para visitar Machu Picchu es durante la estación seca, que va de mayo a septiembre, cuando las condiciones climáticas son más favorables.
Finalmente, es fundamental respetar las normas del sitio arqueológico y seguir las indicaciones de los guías turísticos para preservar este tesoro cultural para las futuras generaciones.
