El transporte en Perú es diverso y accesible, lo que facilita la exploración de este hermoso país. Cusco, la puerta de entrada a Machu Picchu, cuenta con varias opciones de transporte que van desde taxis hasta autobuses y trenes. Para llegar a Cusco, los viajeros pueden volar desde Lima, donde se encuentran los principales aeropuertos internacionales.
Una vez en Cusco, los turistas pueden optar por el taxi, que es una manera rápida y conveniente de moverse por la ciudad. Sin embargo, es recomendable usar aplicaciones de transporte como Beat o Uber para evitar fraudes y sobreprecios. Otra opción es el transporte público, que incluye minibuses y combis, que son económicos pero pueden ser un poco caóticos.
Para visitar Machu Picchu, el tren es la opción más popular. Hay dos compañías principales: PeruRail y Inca Rail, que ofrecen servicios cómodos y escénicos desde Cusco hasta Aguas Calientes, el pueblo más cercano a la ciudadela. Es recomendable comprar los boletos con anticipación, especialmente en temporada alta, para asegurar un lugar.
Desde Aguas Calientes, los visitantes pueden tomar un autobús que los llevará a la entrada de Machu Picchu en unos 30 minutos. También existe la opción de caminar, lo que puede tomar alrededor de 1.5 horas, pero es una experiencia gratificante para aquellos que buscan una aventura.
Para los que prefieren explorar la Valle Sagrado, hay tours organizados que incluyen transporte privado, lo que permite visitar sitios como Pisac y Ollantaytambo de manera cómoda. Recuerda que las carreteras en Perú pueden ser montañosas y sinuosas, por lo que es importante elegir transporte seguro y confiable.
Finalmente, siempre es recomendable llevar efectivo, ya que no todos los lugares aceptan tarjetas de crédito. Con estos consejos de transporte en Perú, tu viaje a Machu Picchu será más fácil y agradable.