Los paisajes dramáticos de Perú pueden presentar desafíos, pero con una planificación cuidadosa muchos destinos son accesibles. El Ministerio de Turismo del Perú ha creado senderos y circuitos especiales en Machu Picchu para usuarios de sillas de ruedas. Los viajeros deberían elegir el Circuito 3 o 4 y mantenerse en el primer nivel, que es la única sección completamente accesible. Debido a la pendiente del terreno, los visitantes deben ir acompañados y solicitar con anticipación los permisos de ingreso.

Lo más accesible

  • Circuitos accesibles en Machu Picchu: el Circuito 3 recorre las terrazas agrícolas y ofrece vistas hacia la Puerta del Sol; el Circuito 4 explora las terrazas inferiores y brinda vistas en primer plano de la ciudadela.
  • Aguas Calientes: la localidad a 2.040 m se fundó como campamento ferroviario y luego se desarrolló alrededor de sus aguas termales naturales. La estación de tren es accesible y varios hoteles disponen de rampas y ascensores.
  • Lima y Cusco: barrios modernos como Miraflores y San Isidro cuentan con paseos peatonales planos y centros comerciales accesibles, mientras que algunos sitios coloniales del centro histórico de Lima tienen rampas y ascensores.

Consejos de planificación

El viaje accesible en Perú requiere preparación. Reserva boletos y guías con 3–4 meses de anticipación, especialmente para los circuitos accesibles de Machu Picchu. Lleva una silla de ruedas resistente y una funda impermeable para los días de lluvia, y considera contratar porteadores locales para ayudar en las pendientes pronunciadas. Viaja durante la temporada seca (abril–diciembre), cuando los senderos están menos fangosos y la visibilidad es mejor. Vístete por capas, ya que el clima de montaña puede cambiar con rapidez.

Esenciales del viaje accesible

Lleva copias de las recetas médicas, comunica tus necesidades de movilidad al reservar hoteles y tours, y solicita asientos cerca de las entradas en buses y trenes. En las tierras altas de Perú, planifica tiempo extra para la aclimatación y utiliza oxígeno portátil si es necesario.

Más allá de Machu Picchu

Otros destinos ofrecen experiencias accesibles: el lago Titicaca tiene islas flotantes con pasarelas, aunque algunas islas Uros presentan totora irregular. El monasterio de Santa Catalina en Arequipa cuenta con amplios patios y rampas, mientras que el Museo Larco de Lima ofrece acceso para sillas de ruedas y exhibiciones táctiles. Al visitar sitios remotos como el Valle Sagrado o el Cañón del Colca, organiza transporte privado con rampas y consulta a los operadores turísticos sobre baños y opciones de comida accesibles.

Viaje responsable

Apoya a las comunidades locales contratando guías certificados y comprando artesanías. Respeta las prácticas culturales y solicita permiso antes de fotografiar a personas o sitios sagrados. Con planificación anticipada y promoviendo servicios inclusivos, viajeros de todas las capacidades pueden disfrutar de las maravillas del Perú.