El turismo sostenible en Perú es fundamental para preservar la rica biodiversidad y el patrimonio cultural del país, especialmente en lugares emblemáticos como Machu Picchu. Este estilo de turismo busca minimizar el impacto ambiental y maximizar los beneficios para las comunidades locales. Al visitar Machu Picchu, los turistas deben optar por agencias de viajes responsables que implementen prácticas sostenibles, como el uso de guías locales y el apoyo a proyectos comunitarios.
Es recomendable visitar durante la temporada baja, que va de noviembre a marzo, cuando hay menos afluencia de turistas. Esto no solo brinda una experiencia más íntima, sino que también reduce la presión sobre el entorno. Además, es importante respetar las normas del sitio, como no dejar basura y seguir los senderos designados.
Al elegir alojamiento, busca opciones que sigan prácticas ecológicas, como el uso de energía solar y sistemas de reciclaje. Probar la gastronomía local en restaurantes que utilicen ingredientes orgánicos y de origen local es otra forma de contribuir al turismo sostenible. Participar en talleres culturales también ayuda a preservar las tradiciones ancestrales y apoya a las comunidades locales.
Finalmente, al viajar por el Valle Sagrado y Cusco, considera usar transporte público o bicicletas para reducir la huella de carbono. Cada pequeño esfuerzo cuenta. Al final de tu visita, reflexiona sobre cómo tu viaje impactó a la comunidad y al medio ambiente, y considera hacer una donación a proyectos de conservación local.