Lima, fundada por Francisco Pizarro en 1535, se convirtió en la capital del Virreinato del Perú. El centro histórico de la ciudad exhibe una mezcla arquitectónica de barroco español y elementos renacentistas con influencias indígenas conocida como barroco andino. Muchos edificios coloniales sobrevivieron a devastadores terremotos gracias al ingenio de artesanos locales y arquitectos europeos que trabajaron en conjunto.

Lugares imprescindibles

  • Basílica Catedral de Lima: Consagrada en 1535, esta imponente catedral preside la Plaza Mayor y alberga la tumba de Pizarro.
  • Monasterio de San Francisco: Un destacado ejemplo de arquitectura con influencias mudéjares, con catacumbas abiertas al público.
  • Plaza Mayor: La histórica plaza está enmarcada por el Palacio de Gobierno, el Palacio Arzobispal y el Palacio Municipal; acoge festivales y celebraciones de la independencia.

Barroco andino

Este estilo combina motivos españoles con iconografía andina, como se aprecia en las fachadas talladas de iglesias en Cusco y Ayacucho. Los estucos representan flora y fauna locales, enfatizando la fusión de culturas.

Explorando el centro histórico

Pasea por calles coloniales flanqueadas por balcones de madera, visita la Casa Aliaga (ocupada por la misma familia desde 1535) y prueba platos criollos en tabernas centenarias. Las visitas guiadas revelan capas de historia y contextualizan el pasado colonial del Perú.

El Centro Histórico de Lima es Patrimonio Mundial de la UNESCO, un reconocimiento a su papel en la transmisión del arte y la arquitectura europeos al Nuevo Mundo y a las contribuciones de los artesanos locales.