Arequipa, conocida como la "Ciudad Blanca", no solo es famosa por su impresionante arquitectura colonial y su proximidad al majestuoso volcán Misti, sino también por su rica y variada gastronomía. La cocina arequipeña es un reflejo de la fusión de tradiciones indígenas y españolas, ofreciendo a los visitantes una experiencia culinaria única que no deben perderse durante su estancia.
Entre los mejores restaurantes de Arequipa, destaca el Restaurant Chicha, que combina ingredientes locales con técnicas modernas, diseñado por el famoso chef Gaston Acurio. Aquí, los comensales pueden disfrutar de platos típicos como el rocoto relleno y la ocopa arequipeña.
Otro lugar imperdible es el Restaurant La Nueva Palomino, famoso por su picantería, donde se sirven platos tradicionales en un ambiente acogedor. No olvides probar el adobo arequipeño y el chupe de camarones, dos de los favoritos de los locales.
Para aquellos que prefieren un ambiente más elegante, el Restaurant Zig Zag es una excelente opción, conocido por su deliciosa carne de res y platos a la parrilla con un toque gourmet.
Los turistas que visitan Arequipa también deben hacer una parada en El Mariscal, un restaurante que ofrece una experiencia gastronómica única con una variedad de ceviches y mariscos frescos.
Si buscas algo más casual, La Casona de Jerusalen ofrece un menú variado que incluye hamburguesas, pizzas y platos vegetarianos, ideal para familias y grupos.
Recuerda que la gastronomía arequipeña no solo es deliciosa, sino que también está influenciada por la cultura local. La picantería es una parte fundamental de la vida social, donde la comida se comparte y se disfruta en compañía.
Para los que planean continuar su viaje hacia Machu Picchu, Arequipa es un excelente punto de partida. Disfrutar de una buena comida aquí puede ser la manera perfecta de recargar energías antes de la aventura en la montaña sagrada.
Finalmente, es recomendable hacer reservaciones en los restaurantes más populares, especialmente durante la temporada alta de turismo, para asegurar una mesa y disfrutar de la mejor experiencia posible.